RETOS DE LA JUVENTUD
La situación social de
los jóvenes en la actualidad, sus problemas y los retos que tienen ante sí,
constituyen un asunto de relevancia dada su vinculación al futuro de la
humanidad y su permanencia en el planeta. Los jóvenes constituyen un grupo
social único y diferente en sí mismo, que atraviesa todas las esferas del
quehacer humano, ya no es posible abordar el tema del movimiento juvenil en
singular, toda vez que la diversidad alcanzada por los jóvenes en el último
decenio es incuestionable, creando una pluralidad axiológica digna de tener en
cuenta.
La situación social de
la juventud contemporánea se encuentra condicionada, por las coordenadas
determinantes del mundo capitalista en los órdenes socioeconómico y político;
creando un sistema que ha llegado a polarizar en grado extremo a la sociedad,
concentrando la riqueza en manos de unos pocos, mientras reparte la pobreza
entre los trabajadores. Por su esencia es un modelo inhumano hoy en crisis,
entre cuyas víctimas figura la juventud, el cual nos excluye sin
contemplaciones de ninguna índole. De modo que nuestra situación en la
actualidad puede ser catalogada de dramática.
Los jóvenes se enfrentan
a carencias cada vez mayores, que dificultan materializar un proyecto de vida y
crear una familia propia, porque, si, disfrutamos de un mayor acceso a la
educación y menos oportunidades de empleo, gozamos de más acceso a la
información y menos acceso al poder, más aptos para el cambio productivo, pero
más excluidos del mismo, son receptores de políticas en las que aparecemos como
protagonistas de cambio y se nos pide madurar antes de acceder a un puesto
directivo.
El reto más grande de
los jóvenes es terminar con la falacia, de que el futuro de la sociedad está en
nuestras manos, porque no podemos construir un futuro, si nos excluyen del
presente y actuamos como una fuerza pasiva, como jóvenes dormidos e ignorantes,
que no opinan, que mantienen el rostro abajo y no dicen lo malo de la realidad
que los envuelve, si permitimos que el gobierno nos siga proporcionando un
ambiente que conduce al delito, genera y alimenta
la violencia y el
consumo de drogas, creando una juventud vulnerable, que pone en juego la propia
existencia humana, donde los altos índices de inseguridad han alcanzado cifras
inimaginables, por citar un ejemplo; La sombra del secuestro nos alcanzó a
todos, ese delito que durante muchos años tuvo una percepción de elitista, ha
roto todas las barreras, ya no solo secuestran a empresarios, personas
adineradas, parientes de estrellas del espectáculo o deportistas, lo mismo
secuestran al hijo de un empresario, que de un taquero, para cobrar seis
millones de dólares, 25 mil o 5 mil pesos. Como el caso de Fernando Marti,
joven de 14 años que fue secuestrado y asesinado, que fue el interruptor que
encendió la luz y mostró la realidad tal cual es, ante esta indignación y el
reclamo social, las autoridades al fin se dignar a voltear y ahora si le dan
importancia, pero mucho antes del caso Marti, el problema del secuestro ya
estaba ahí, desde 1994 a la fecha se han registrado 8,614 secuestros con un
saldo de 805 personas asesinadas, Marti fue el 806, y todo por contar con una
familia prospera y trabajadora, pero vivir en un país, con un sistema en
crisis, para el cual la vida humana no tiene valor, particularmente la de los
jóvenes, con una legislación cómplice y corrupta, presente a la hora de
defender grandes intereses económicos y ausente a la hora de dar respuesta a
los derechos populares, donde la impunidad es el principal obstáculo, y si no
fuera e impacto de este hecho, nuestras autoridades seguirían hablando de la
reforma energética y preparando las próximas elecciones, con actores políticos
que intentan ser populistas.
Ante esta realidad los
jóvenes de hoy, no deben darse el lujo de seguir como espectadores en la fila
de atrás, hasta donde vamos a permitir que esto avance, cuantos secuestros más
vamos a esperar que ocurran o proponemos una iniciativa de ley, donde se pague
un tributo al hampa para obtener seguridad, en vez de pagar impuestos.
Ser joven es la moneda
de cambio universal que muchos desean profesar, los jóvenes imponemos a la
sociedad retos incalculables, por que poseen la fuerza, la capacidad y la
vitalidad para cambiar el rumbo, pero son la población que más se enfrenta a
situaciones de alto riesgo: accidentes de tráfico, uso de drogas, alcohol,
tabaco, embarazos no deseados y esto representa un desafío a nosotros mismos, a
nuestra permisibilidad.
Responder
1-
Crees tú que lo que se dice en el texto es real, argumenta tus
respuestas
2-
Cree usted que eta participando activamente del cambio de la
sociedad.
¿Si no cómo?
3-
¿Cuáles son los retos que enfrentan los jóvenes?
4- Leer, analizar y
sacar conclusiones de. Timoteo 4:12-14
Eclesiastés 12:1-4
5-
¿Cuál crees tú que es la responsabilidad de los jóvenes?
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